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Hoy en día no hay más de 130 vecinos que vivan de forma permanente, pero los fines de semana la población se multiplica como consecuencia de la llegada de personas que han escogido este lugar para tener su segunda residencia y en los últimos años se han desarrollado dos urbanizaciones, la del monte de Los Cortos y la de Sotomosila, que suman cerca de seiscientas parcelas. Y es que la cercanía de la monumental Sepúlveda, el Parque Natural de las Hoces del río Duratón, el Parque Natural de la Sierra Norte de Guadarrama, el macizo de Somosierra y la estación invernal de La Pinilla colocan a Duruelo en un enclave estratégico, a tan solo 105 kilómetros de Madrid.
Iglesia de la Natividad de Ntra. Señora
El edificio más singular de Duruelo es su iglesia parroquial de la Natividad de Nuestra Señora, catalogada como Monumento Histórico Artístico. Se trata de una pequeña antología donde se refleja el estilo de distintas épocas. Es bello el ábside de geometría semicircular, perteneciente al siglo XII, que luce muy bellos capiteles del llamado Románico del Duratón, y son de admirar los tres ventanales abocinados. En uno de ellos y en fecha reciente, ha quedado al descubierto un bajorrelieve que muestra a la Virgen coronada, imagen sedente que sostiene en sus rodillas la niño Jesús con un libro en su mano izquierda y otorgando bendiciones con la derecha. Detalle interesante es el de la flor de lis que la Virgen muestra en su mano diestra, mientras que una avecilla se posa en la izquierda. En todo el ábside se aprecian las marcas de los antiguos canteros y toda su arquitectura se engalana con una cornisa integrada por canecillos donde se aprecian escenas protagonizadas por músicos, a quienes rodean animales mitológicos.
Neoclásico es el atrio de su portada, con hornacina para amparar una escultura barroca de Nuestra Señora. A todo el conjunto le presta una ágil belleza, la espadaña, hermosamente musical, por las campanas que en ella se aposentan.
Sin duda es una de las iglesias más hermosas de la tierra de Segovia.
Parece haber sido construida en el siglo XVIII y desde entonces pone música litúrgica y festiva por todo el ámbito. En el interior del templo nos encontramos con una pequeña joya: el retablo del altar mayor, también factura de dos épocas. Pinturas de la primera mitad del XVI y arco barroco del XVIII. Muy bello también el expositor eucarístico de pequeñas columnas salomónicas.
El retablo mayor está presidido por una talla singularmente magnífica representando Ntra. Sra. de la Natividad de estilo barroco, dorado en 1781, y conserva un importante conjunto de pinturas renacentistas realizas por un pintor anónimo, conocido como el Maestro de Duruelo. También hay varios lienzos de Alonso Herrera y una importante colección de piezas de plata, entre las que hay un cáliz y una cruz procesional del siglo XVI.
De gran belleza también otro retablo dedicado a la Virgen del Rosario, fechado en el año 1590 y realizado por el tallador Jerónimo de Amberes y los pinceles de Alonso de Herrera. Una visita a esta bella y pequeña iglesia de Duruelo, siempre dejará el ánimo del visitante un regusto de paz y de recuerdo emotivo.
A la afueras del pueblo también se localizan los restos de la que fuera ermita de San Roque. Y en el despoblado de Cabrerizos se hallaron restos romanos del siglo I. Podemos citar la existencia de una fachada de esgrafiado y de una casa del siglo XVII o XVIII cuya fachada en piedra conserva un escudo heráldico.
Se preservan muestras de patrimonio etnográfico como son dos Potros de Herrar recientemente restaurados, uno en Duruelo y otro en Los Cortos junto a diversos útiles del herrero, varias fraguas sin restaurar, la Fuente de la Hontanilla, y un antiguo molino en la ribera del rio Duratón, también restaurado y de propiedad privada.